
COM
La segunda, Etapa Juvenil (COM), reúne a adolescentes y jóvenes. Tiene como finalidad acompañar su proceso de maduración y personalización de la fe y de seguimiento de Cristo. Prepara y proporciona los medios para un discernimiento de la propia vocación en el mundo y en la Iglesia.
Esta etapa se estructura en niveles de acuerdo con el desarrollo evolutivo de los adolescentes y jóvenes. El paso de un nivel a otro supone la libre decisión de los interesados, previa la constatación de haber alcanzado los objetivos correspondientes a cada uno de ellos.
Los niveles son los siguientes:
1.- Nivel de Conocimiento
Supone el paso de la etapa infantil a la propiamente juvenil. La formación en este nivel se orienta al reconocimiento de la propia realidad personal, al descubrimiento del entorno y al cultivo de actitudes cristiana fundamentales respecto a Dios, los demás, el mundo y uno mismo. El itinerario de este nivel ayuda a profundizar la amistad con Jesús y María Rosa Molas y prepara el paso al siguiente nivel.
2.- Nivel de Incorporación
Tiene como finalidad afianzar la opción de seguir a Cristo en la vida cristiana y personalizar el estilo de vida que ello comporta. El itinerario formativo en este nivel ayuda a integrar la propia realidad personal, a asumir la vida cristiana en clave de consolación y a abrirse al entorno y comprometerse en acciones de consolación en el mismo.
3.- Nivel de Crecimiento
Está centrado en dar consistencia y profundizar a la personalidad propia, arraigar los valores más decisivos en la propia vida y en dar solidez a la vida cristiana. El itinerario formativo ayuda al desarrollo equilibrado de la personalidad de la capacidad de relaciones interpersonales maduras, a responsabilizarse de la propia vida del crecimiento del grupo y a vivir el servicio de consolación como fruto de la experiencia de Cristo y de la Misión de la Iglesia.
4.- Nivel de Opción Responsable
Este nivel se orienta a posibilitar un discernimiento personal libre y responsable sobre el fruto de la propia vida. El itinerario formativo ayuda a adquirir las disposiciones necesarias para el discernimiento de la llamada de Dios, a descubrir y profundizar el sentido de las vocaciones en la Iglesia, a valorar la propia idoneidad respecto a cada una de ellas. Esta etapa finaliza con unos Ejercicios Espirituales de discernimiento que posibilitan la elección del propio estado de vida. |